sábado, mayo 09, 2009

Súplica

El deterioro de los fragmentos que velaban mi defensa
va marcando la derrota,
veo flotar indómitos anhelos,
infructuosos.

Agonizo en lo sombrío,
rebelando temores que hoy me ahogan.

Me acecha la muerte vestida de encierro
y huelo severo el velorio inminente.

Me torturo en tropiezos
y crueles espejismos anticipan mi desgracia.

¡Piel de mi alma, rostro indeleble,
libérame de la ceguera que me impide verte!

¡Eco etéreo, voz del secreto,
desata mis amarras,
alíviame del yugo venturoso que ha hecho mofa de mi extravío!

¡Mística inagotable sondea mi espejismo
y regenera mis sentidos,
muéstrame la ruta del almíbar
esa que me permitirá inmortalidad!