jueves, abril 13, 2006

Mi pasión destellante


Arribas como soplo de viento
agitando mi mar en calma,
te acercas y mi piel te percibe como tormenta de fuego
que me carcome en deseo,
torbellino que atrae todas mis ansias
y las consume en llamas eternas.
Te posas en mi cielo
como vibrante noche de cometas,
lloviendo calor de miradas y besos.
Me ahogas en pasión destellante,
en caricias intensas de luna llena,
me llevas de paseo por tu infierno de lujuria
y allí me transformas en tu reina.
Luego somos esclavos y verdugos
en un juego seductor de poder.
Que se abra el cielo,
liberando el canto de los ángeles,
cuyo eco nos haga brotar alas
que nos eleven donde sus ojos
se hagan testigos de nuestra visita a la gloria,
para aniquilar la inocencia
entre sábanas de piel y sudor.

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