Hoy exclama mi silencio
y se agita en tu llegada,
tu aposento desentierro,
redecoro tu morada.
Tu belleza había emigrado,
hoy retorna a su escondrijo
la tortura ha terminado,
y me colma en regocijo.
Baña en miel mis pensamientos,
como en épocas pasadas,
que se exalte el sentimiento,
que se plasme en las palabras.
Dame alas nuevamente,
dueño intenso de quimeras,
que le sirvan a mi mente
como escape sin fronteras.
Deposita tu horizonte
sobre el eco de lo incierto,
que entre pétalos y montes
vaya eterna hacia tu encuentro.