Quiero creerle a la excusa,
porque no me llueva sangre,
decorando este silencio
mientras vuelves a besarme.
Esta herida que me acecha,
este infierno que no tarda,
cual vigía lastimero,
cuyo aliento me desarma.
Se derraman conjeturas
en su cauce sigiloso
y mi alma con locura
va tiñéndose en sollozo.
Epitafio inexorable
que el reloj ha decretado,
de tu ausencia miserable
llevo el pecho derrotado.
1 comentario:
Que sera lo que pasa por tu cabecita cuando te inspiras :)
votre poesie est bellisima :P
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