sábado, febrero 11, 2006

Ahí estabas


Me reencontré con tu ojos,
flujo de destellos mágicos,
derramándose como cascada
sobre la fuente cristalina de mi alma.

Me reencontré con tu voz,
armonía inquieta de sonidos,
revelando profecías
al océano majestuoso de mi mente.

Me reencontré con tus manos,
brisa suave y seductora,
arrullando inocente
el secreto jardín de mi corazón.

Me reencontré con tus alas
aventureras y soñadoras,
invitándome, como siempre, osadas
a emprender el vuelo eterno del amor.

Y es que ahí estabas,
nunca te fuiste,
por favor nunca lo hagas...

1 comentario:

Aggressor dijo...

que lindo!!