sábado, febrero 04, 2006

Desesperación


Qué imposible aplacar la angustia,
contener la rabia infatigable de un corazón ahora errante,
víctima impotente del desprecio.
Un corazón hecho trizas,
abandonado en la esquina del engaño
y que se ahoga poco a poco en un silencio que lo humilla.

Qué imposible dejar el gemido ansioso del deseo,
apagar el fuego que cegó el alma
hasta el punto de quebrar el infinito.

Qué imposible abandonar los gemidos de dolor,
que hoy se ciñen a la desventura del olvido.

Qué imposible alejar el dolor de la llaga maldita
que sangra extirpando hasta las vísceras
y regalando tormento gota a gota,
expulsando ansias derrotadas, bellezas opacadas.

Qué imposible matar la desesperación que me oprime toda,
que se lleva deseos de vivir, que me arranca esperanzas,
que se divierte al verme transformada en vacío...

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