Entre las tinieblas de la desesperanza,
en un calabozo infernal,
encadenada,
prisionera de mil temores,
me encuentro errante del destino,
cegada por el dolor,
lastimada por la angustia,
vulnerable,
casi moribunda,
víctima de la cruel epidemia de la soledad.
Desde mi prisión,
puedo distinguir tu aroma intenso a plenitud,
esencia que penetra dulce por cada agujero entre barrotes
y arriban a mis poros como gotas de rocío,
acariciando mi piel lacerada...
Me seduce tu suavidad, tu delicadeza...
Ven, quédate,
rescátame de la tortura intensa del sufrimiento,
de padecer el desconsuelo inagotable,
líbrame de este laberinto incierto y sin salida...
Sálvame, suspiro de libertad,
esencia de fortaleza,
desátame las ataduras de la desolación.
Rescátame...
2 comentarios:
Que lindo escribes, este poema refleja un poco el estado en que estaba hasta hace pocos momentos...
A ratos ese bicho de la soledad pica, y harto... no?
hola, me gusto mucho tu poema, describe exactamente el estado en el que ahora me encuentro, te felicito por esa capacidad de poder plasmar con palabras el sentimiento que invade al corazon y que a veces no sabemos como hacerlo. De verdad sigue asi!!!!, eres muy buena.
jevwency@gmail.com
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